La semana pasada el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, regresó a su país y apoyado por Brasil se instaló en la embajada de este país. La reacción de Roberto Michelettil, presidente de facto, fue la de total rechazo a lo que Lula da Silva respondió en defensa de Zelaya. Ahora bien, fuera de lo sucedido en el país centroaméricano que a todas luces fue un golpe de Estado y en lo cual estoy en total desacuerdo; me parece importante mencionar el apoyo de Brasil.
Y es que anteriormente México era visto como el líder por excelencia en Latinoamerica, sobretodo en Centroamérica, y ello era resultado de una política exterior bien definida que desgraciadamente ha desaparecido desde el gobierno de Vicente Fox. El apoyo brindado por Brasil a Zelaya sólo deja claro por una parte que el país sudamericano es el nuevo líder de América Latina y por otro, que los países centroamericanos han quedado fuera de la zona de influencia mexicana.
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