La renuncia de Mahmud Abbas a reelegirse como Presidente de la Autoridad Nacional Palestina manifiesta no sólo el fracaso del proceso de paz en Medio Oriente sino también, el fracaso de Estados Unidos en su intento por convencer a Israel de interrumpir sus asentamientos en territorios palestinos ya ocupados. Y es que la decisión de Abbas es totalmente entendible si consideramos que su labor requiere un fuerte y contundente apoyo de Estados Unidos (ya que éste a su vez es el principal apoyo de Israel), de otros países árabes de la región, de los propios integrantes de la OLP y por supuesto, de la propia Comunidad Internacional.
Ello no significa que de forma violenta se detenga la construcción de los asentamientos israelíes para resolver el conflicto, ya que para establecer la paz en Oriente Próximo se requieren muchas medidas que están fuera del alcance de Abbas y de cualquier otro líder que asuma su cargo. Mientras la comunidad Internacional no actúe para detener a Irán y a la misma Siria y éstas continúen entrometiéndose en asuntos internos del Líbano y de la propia Palestina apoyando a grupos belicosos como Hamas y Hezbolá , los intereses de l pueblo palestino quedarán relegados a los estratégicos y geopolíticos de Irán y sus aliados.
Fuente:http://www.exonline.com.mx/XStatic/excelsior/template/content.aspx?se=columna&intColumnistaId=618535
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